PREPARANDO LA INVASION

Copyright © 2006 por Trumpet Ministries, Inc. Todos los Derechos Reservados.

Texto bíblico tomado de la Santa Biblia, Nueva Versión Internacional. © 1999 por la Sociedad Bíblica Internacional

Traducción de Carmen Alvarez


Mi siervo Moisés ha muerto. Por eso tú y todo este pueblo deberán prepararse para cruzar el río Jordán y entrar a la tierra que les daré a ustedes los israelitas. (Josué 1:2-NVI)

Existen tiempos de cambios memorables en el Reino de Dios. La muerte de Moisés fue uno de esos cambios. Moisés era un pastor. Josué era un comandante de batalla. ¡Un cambio impresionante!

El cambio está sobre nosotros ahora. El cambio es difícil para las personas. Tenemos que ser como aquellos de Berea y buscar en nuestra Biblia para saber si estas son ciertas. La primera exhortación para Josué fue que los Israelitas recibirían cada lugar por el cual caminaran.

Tal como le prometí a Moisés, yo les entregaré a ustedes todo lugar que toquen sus pies. (Josué 1:3-NVI)

Aquí está uno de los principales problemas que enfrentan los Cristianos Americanos. No estamos caminando. Si hemos de sacar provecho de aquello que está listo para nosotros hoy, ¡tenemos que caminar! Tenemos que buscar al Señor y descubrir qué es lo que Él está haciendo.

Uno de los problemas más grandes que enfrentamos en Estados Unidos es la riqueza de nuestra cultura. Somos la envidia del mundo con nuestro dinero, coches, casas, televisores, computadoras, y demás. Pero la riqueza material es el enemigo más mortal de la vida espiritual.

¡Tenemos muchas alternativas! ¡Tenemos demasiadas alternativas! Nuestro problema es uno de tiempo, y después de este, de energía. Un ser humano sólo tiene tanto tiempo y tanta energía. Después de que lo uses todo tienes que descansar. ¿Verdad?

Buscar al Señor requiere de tiempo, mucho tiempo, y también de energía. Aquí es donde estamos decayendo.

Tenemos muchas cosas interesantes que hacer que no son aparentemente pecaminosas, pero éstas están tomando nuestro tiempo y nuestras fuerzas.

Como resultado estamos descuidando nuestra salvación. El Cristiano que descuida su salvación está invitando a la destrucción. Esto es lo que la Biblia dice.

Las oportunidades de hoy en el Reino de Dios son sobrecogedoras. Muchos, quienes son los últimos en tiempo serán los primeros en entrar al Reino, dice el Señor. La puerta está abierta ahora. Pero entrar en ella requiere de tiempo, tiempo que la mayoría de nosotros no cree tener. Así que, ¿qué es lo que debes hacer? Orar y orar y seguir orando que Dios te dé el tiempo y la fuerza para caminar, para continuar adentrándote en el Reino.

Dios tiene cosas grandiosas para ti, sí, ¡para ti! Pero si no vas tras ellas, perderás la única oportunidad en toda la eternidad de recibir lo que el Señor diseñó para ti desde la fundación del mundo.

No estoy bromeando. Sufrirás una pérdida terrible, una pérdida catastrófica. Jamás podrá ser recuperado. El tiempo es ahora. No puedo recalcarte esto lo suficiente.

Estamos acercándonos a la venida del Señor. Como tal, el Reino se está poniendo en orden en preparación para la invasión de la Tierra. Un lugar ha sido establecido para ti, diseñado para ti. Pero vas a tener que caminar.

Una cosa que nosotros los Norteamericano no podemos tolerar es otra exigencia de nuestro tiempo. No venimos a la iglesia para que alguien exija algo más de nosotros. Pues, te estoy diciendo que Cristo está exigiendo algo de ti. Él quiere lo mejor de tu tiempo y de tu energía, no lo que sobra después de que te has desgastado en las cosas relativamente sin valor de mundo.

La mejor hora para orar es temprano por la mañana. Para algunas personas esto no es posible. A otras personas no les importa lo suficiente el Reino para hacer que su cuerpo salga de la cama y ore.

Te diré qué hagas. Dile a tu cuerpo que si no se levanta para orar, no recibirá desayuno. Entonces tu cuerpo quejumbroso saldrá de la cama para orar sólo para no perderse el desayuno.

Tu cuerpo es igual a un caballo que tiene que ser entrenado. Si tú no lo entrenas, éste te entrenará a ti.


Durante todos los días de tu vida, nadie será capaz de enfrentarse a ti. Así como estuve con Moisés, también estaré contigo; no te dejaré ni te abandonaré. (Josué 1:5-NVI)

La gente hoy en día está haciendo millones desarrollando programas de cómputo. Son millonarios antes de cumplir los treinta. ¿Sabes de qué les sirve? Nada y menos que nada. Han malgastado su vida. No pueden llevarse ni un centavo con ellos cuando pasen a la eternidad.

Lo único que puedes llevar contigo cuando te mueres es tu conocimiento del Señor, tu posición en Él. La persona sabia acomoda sus prioridades para no ser un tonto al final.

Si oras, el Señor te dirigirá en cómo y cuándo buscarlo hasta que estés en el centro de Su voluntad. Él comprende mejor que tú tu necesidad de dinero para sobrevivir en una cultura manejada por el dinero. Él acomodará tu vida para que no te pierdas de las cosas importantes, como Su voluntad y las necesidades de tu familia. Pero necesitarás tomar en serio a Dios. Tendrás que buscar al Señor.

Cada lugar que camines en el Señor será una herencia perpetua para ti. ¿Recuerdas que Abraham vivió como un desconocido en una tierra que le pertenecería en el futuro? Así mismo es contigo.

Ahora llegamos a otro concepto importante.

No solamente caminas a cualquier parte, sino que caminas por donde el Señor te dice que camines.

Su territorio se extenderá desde el desierto hasta el Líbano, y desde el gran río Eúfrates, territorio de los hititas, hasta el mar Mediterráneo, que se encuentra al oeste. (Josué 1:4-NVI)

Dios no dijo, “Aquí tienes un cheque en blanco, sólo llénalo”, como a veces se predica hoy en día. Dios les dijo específicamente por donde caminar, sobre la tierra que hoy siguen peleando debido a que los Judíos lo perdieron por continuar pecando y rebelándose contra Dios.

Tantas veces escuchamos el reto a una fe presuntuosa: “Sal y haz grandes cosas para el Señor. Dios está esperando para ver quien es lo suficientemente valiente para creer en Él. Compra un enorme edificio por fe y Dios mandará el dinero”, y cosas por el estilo. Esto es ceguera. El ciego dirigiendo al ciego. Ninguno de ellos sabe la voluntad de Dios, ellos están osando a Dios para que actúe; tentando a Dios para obrar. Esta es la tentación del pináculo del templo, “Salta y Dios te atrapará“.

Esto no es lo que la Biblia enseña. No existe ni un sólo ejemplo en la Biblia de fe agresiva –fe que en realidad es presunción. Fe que desafía a Dios a actuar. Hay demasiado de esto hoy en día. Pero ¿qué hay sobre Josué ordenándole al sol que se quedara quieto? Si lees el pasaje más de cerca encontrarás que Josué habló al Señor. Josué estaba siguiendo al Señor. Él no estaba tratando de “hacer grandes cosas por Dios”.

Jesús no quiere que actuemos ciegamente. Si esperamos en Su presencia, Él nos enseñará por dónde caminar. Cuando caminemos por donde Él nos dirige, apoyándonos sobre Él a cada paso, obtendremos una excelente herencia.

¿Sabes claramente lo que Dios desea de ti? Si no, vete despacio. Sigue haciendo constantemente lo que se te ha puesto enfrente, mientras que buscas continuamente Su dirección. Esto toma tiempo, como ya lo hemos dicho, y quizá requiera de que cedas algunas de tus actividades para que puedas involucrarte en la única actividad importante de la vida –buscar al Señor.

Dios nos ha prometido que ningún poder podrá ganarte al hacerte frente. Bajo el pacto antiguo los enemigos eran personas. Bajo el pacto nuevo los enemigos son espíritus perversos en los cielos. Pero Dios ha prometido bajo ambos pactos que el enemigo no podrá ganarte al hacerte frente. Esta promesa asume que estamos caminando y que estamos caminando en el lugar que Dios ha designado. Nada, por ningún medio, podrá dañarnos cuando estamos caminando en Cristo.


Sé fuerte y valiente, porque tú harás que este pueblo herede la tierra que les prometí a sus antepasados. (Josué 1:6-NVI)

Si hemos de invadir nuestra tierra prometida, debemos de esforzarnos y ser valientes. El tímido, el temeroso, el que no tiene una sola meta en su mente, no llegará a ningún lado con Dios. Ten en cuenta que Cristo a quien sirves tiene toda autoridad y poder en el Cielo y sobre la tierra. Estás seguro en Él.

Otro aspecto extremadamente importante sobre entrar a nuestra herencia es el de mantenernos dentro de la Palabra escrita de Dios.

Hace algún tiempo, los Bautistas eran famosos por ser personas que seguían el Libro. Cuando llegó el Pentecostés con todas sus experiencias maravillosas nos concentramos más en la experiencia que en la Biblia. Necesitamos regresar a la Biblia.

Hemos construido sobre la fundación segura de la sangre de Jesús y Su cuerpo resucitado una superestructura mitológica.

Por ejemplo, todavía seguimos hablando sobre mansiones en el Cielo. No hay ninguna base Bíblica para irnos a mansiones en el Cielo. El término “mansión” que se usa en la traducción King James de Juan, capítulo catorce significa lugar de permanencia. Dentro del contexto se está refiriendo al hecho de que la Iglesia Cristiana, siendo la plenitud de Cristo es una casa del Padre de muchas habitaciones. El énfasis está en la casa del Padre no en nuestras mansiones.

Quizá entendamos que Jesús no se estaba refiriendo a construirnos casas en el Paraíso pero el peso de la tradición persiste. Es una cuestión práctica. Hace mucha diferencia en lo que pensamos sobre nuestra experiencia en Cristo si nos imaginamos yendo al Cielo para vivir en una mansión o si permitimos que Cristo nos prepare el camino para convertirnos en una roca viviente en el templo eterno de Dios.

En el capítulo cinco de Segunda de Corintios, Pablo habló sobre su deseo de ser vestido con su casa del Cielo, no de irse a su casa en el Cielo.

Señores, ¡es de mucha importancia que no viremos de la Biblia hacia la derecha o la izquierda! Nuevamente, la Biblia no habla sobre el Cielo como nuestro lugar de eterna residencia.

La Biblia, Antiguo y Nuevo Testamentos, habla sobre el reino que viene a la tierra. La Iglesia Cristiana es ese reino. La Iglesia es la Ciudad Santa, la nueva Jerusalén, la esposa del Cordero.

Si Jesús está sobre la tierra gobernando desde Jerusalén, y creo que la mayoría de los eruditos fundamentalistas creen que esto es lo que sucederá, entonces no vamos a querer ser forzados a permanecer en el reino espiritual con los ángeles.

Hace mucha diferencia si creemos que el Cielo es la tierra prometida o si la tierra y las personas son nuestra herencia, nuestra tierra prometida. Si vemos el Cielo como nuestra herencia entonces estamos esperando morir para poder ir a vivir en el Cielo, en la tierra de nunca jamás. Si vemos a la tierra y su gente como nuestra herencia, entonces comenzamos a presionar hacia el Reino hoy. Entramos en el Reino de Dios sólo conforme vencemos el amor a este mundo, las inmoralidades sexuales, y la voluntad propia. Hoy en día estamos enseñando que la gracia Divina es una alternativa a la rectitud. Sin embargo, el apóstol Pablo dijo en más de una ocasión que si continuábamos en pecado no heredaríamos el Reino de Dios. Pero seguimos predicando y enseñando que por la gracia de Dios iremos al cielo cuando muramos. Esto es mitología, no la Escritura, y tiene un efecto directo en cómo viven los creyentes.

¡Decimos que creemos en la Biblia! No creemos en la Biblia. Creemos en nuestras tradiciones que no están en la Escrituras.

Estamos enseñando que Jesús regresará para llevar a Su prometida, que lo espera, al Cielo. Esto no está en las Escrituras. En ningún lado de las Escrituras dice que Jesús viene para llevar a Su Iglesia al Cielo. ¡En ningún lado! ¡Ninguno!

Predicador, ¿vas a seguir predicando aquello que sólo se encuentra en nuestras tradiciones? De ser así, nunca prosperarás tu camino ante el Señor. Él no bendecirá una enseñanza que no se encuentra en las Escrituras.

El propósito del regreso del Señor es de sacar la perversidad de la tierra y establecer Su reino de rectitud. Los santos victoriosos se elevarán para encontrarse con Él en el aire para que puedan regresar con Él y gobernar las naciones con vara de hierro. Esto es lo que la Biblia enseña.


Sólo te pido que tengas mucho valor y firmeza para obedecer toda la ley que mi siervo Moisés te mandó. No te apartes de ella para nada; sólo así tendrás éxito dondequiera que vayas. (Josué 1:7-NVI)

¿Estás enseñando que vamos a regresar al Cielo con Jesús para vivir en una mansión? ¿Por qué sigues enseñando aquello que no se encuentra ni remotamente en las Escrituras y luego dices creer en la completa inspiración verbal de las Escrituras que no estás enseñando?

¿Por qué estás enfatizando que el propósito de la salvación es de llevarnos del Infierno al Cielo cuando la Biblia dice que el propósito de la salvación es de llevarnos de la muerte a la vida? Dios no amenazó a Adán y a Eva con el Infierno sino con la muerte. ¿Existe un Infierno? Debe de ser, ya que Jesús dijo que Lázaro estaba allí.

Pero el énfasis en el Nuevo Testamento no es escapar del Infierno sino conversión a una vida santa y recta para poder obtener la vida. El Apóstol Pablo no utilizó el término Infierno ni una sola vez, y ciertamente que lo hubiera hecho si el escapar del Infierno fuera una doctrina importante.

¿Por qué no predicamos lo que la Biblia enseña? Es porque tenemos más determinación en continuar en nuestros pecados y en encontrar maneras por las que podamos escapar castigo que en aferrarnos a la vida eterna para vivir en la Presencia de Dios y de Cristo.

No amamos a Dios. Sólo queremos escapar al fuego y seguir divirtiéndonos. Por esto hemos inventado todos estos mitos.

Los malvados siempre estarán en el Infierno. A los perversos nunca se les permitirá entrar a la Nueva Jerusalén, ni por gracia, piedad, amor, ni cualquier otro método. La Nueva Jerusalén es la ciudad santa. No hay malvados ahí.

¿Vas a investigar las Escrituras para ver si lo que estamos diciendo es verdad? Y después ¿vas a estar firme en la verdad aunque te quite popularidad?

Un predicador viejo, cuando enfrentó la posibilidad de que el “rapto antes de la tribulación” que había estado predicando por tantos años no se encontrara en las Escrituras, dijo algo a este efecto, “¿por qué no dejas que un viejo muera en paz?“.

Eso lo resume. No ladees la barca. No digas ni hagas nada que altere nuestra cómoda iglesia, nuestra feliz denominación.

¿Dónde están los amantes de la verdad? ¿Dónde están aquellos que ponen la verdad sobre sus propios egos, comodidad, dinero, popularidad, ingreso de jubilado? Si no puedes encontrar en las Escrituras los mensajes que estás predicando, ¿los vas a predicar de todas maneras? ¿Crees que Dios te bendecirá por alejarte de Su Palabra? ¿Por qué le ordenó Dios a Josué que observara cuidadosamente las Escrituras? Fue para que Josué tuviera éxito en llevar a Israel contra los Canaanitas. Los Judíos no atendieron estrictamente a la Ley de Moisés así que perdieron su gloria ante los Babilonios. Igualmente nos sucederá a nosotros en Norteamérica si no desechamos estas tradiciones y obedecemos las Escrituras, ya sea que alguien nos siga o no.

Hace mucha diferencia cuando te acercas a una persona si tienes la intención de “salvar su alma del Infierno” (expresión que no se encuentra en las Escrituras, con énfasis que tampoco se encuentra), o si tenemos la intención de hacer de él o ella un discípulo y exhortarlo a guardar los mandamientos de Cristo.

Tenemos iglesias llenas de personas que piensan que han sido salvadas del Infierno por creer en Cristo. Sin embargo, nunca se han convertido en discípulos y no guardan los mandamientos de Cristo. Ellos suponen que pueden continuar en su pecado y todavía ir al Cielo y vivir en una mansión cuando mueran. Así que no estamos cumpliendo la Gran Comisión.

Josué fue ordenado a seguir estrictamente la Palabra escrita, la cual en ese entonces sólo consistía de los cinco primeros libros de la Biblia. Ahora tenemos sesenta y seis libros y no los estamos siguiendo. Estamos siguiendo nuestras tradiciones.

Estamos diciendo que Dios sólo nos ve a través de Cristo. Esta expresión no se encuentra en las Escrituras. Luego decimos que es bueno que nos arrepintamos de nuestros pecados. ¿Cómo podemos arrepentirnos de nuestros pecados cuando Dios sólo nos ve a través de Cristo? Esto no solamente no está en las Escrituras sino que es totalmente ilógico

Espero no estar interrumpiendo tu siesta.


Recita siempre el libro de la ley y medita en él de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito. (Josué 1:8-NVI)

Estamos enseñando que aunque fracasemos en ser vencedores de todas maneras comeremos del árbol de la vida y gobernaremos las naciones con vara de hierro. Estamos haciendo que el Apóstol Juan sea un mentiroso.

Estamos predicando que aunque construyamos con madera, heno, o paja sobre el cimiento de Cristo, de todos modos seremos salvos así como por fuego. Pero las advertencias en el Nuevo Testamento para el siervo flojo revelan que el ser salvo así como por fuego quizá realmente sea una experiencia que cause terror, sin mencionar el hecho de que no tendremos recompensa en el Reino de Dios.

¿Qué hay de las cinco vírgenes insensatas? ¿Fueron salvadas así como por fuego?

¿Qué hay del siervo flojo que enterró su talento? ¿Fue salvado así como por fuego?

¿Qué hay del creyente en el capítulo sexto de Romanos que fue pagado en la muerte porque se rehusó a ser esclavo de la rectitud? ¿Fue salvado así como por fuego?

¿Qué hay del reincidente Judío Cristiano que descuidó su salvación? ¿Fue salvado así como por fuego?

¿Qué hay del creyente de Galacia que sembró para su carne y segó corrupción? ¿Fue salvado así como por fuego?

¿Qué hay del sirviente que no hizo la voluntad de Cristo y fue azotado muchos latigazos? ¿Fue salvado así como por fuego?

¿Que hay del ladrón sobre la cruz? ¿Qué hay de él? ¿Estás esperando llamara a Cristo “Señor” cuando estás dando tu último respiro? ¿Qué hay si el Espíritu de Dios no te da el regalo del arrepentimiento? ¿Qué tal si te mueres repentinamente y ya no tienes la oportunidad de llamar a Cristo “Señor”?

Cuando pases a la eternidad y no hayas hecho la voluntad de Dios, ¿vas a escuchar “Bien hecho, buen siervo y fiel” aunque no hayas sido ni bueno ni fiel?

“No, pero voy a ser salvo así como por fuego. ¿Qué clase de fuego? ¿De qué estás hablando? ¿Qué quieres decir con “salvo”?

¿Quieres decir que serás resucitado a un estado de corrupción, echado a las tinieblas de afuera, azotado muchas veces, privado de toda recompensa para entrar en el Reino de Dios un espíritu desnudo, teniendo que pasar innumerables años en el fuego del juicio para que todo pecado y búsqueda egoísta sean quemados de ti, y visto con disgusto por todos los que te rodean?


Y del polvo de la tierra se levantarán las multitudes de los que duermen, algunos de ellos para vivir por siempre, pero otros para quedar en la vergüenza y en la confusión perpetua. (Daniel 12:2-NVI)

¿No tienes miedo a morir? Yo sí lo tendría si fuera tú… muerto de miedo. Yo iría a mi casa y me escondería bajo las cobijas.

En lugar de ir a casa y esconderte ¿por qué no vas a Jesús y le pides que te libere completamente de las mentiras que se están predicando en las iglesias evangélicas, que te quite el espíritu de los mitos que son tan abundantes?

La Biblia sigue siendo el “buen Libro”. Cuando lo estudiamos y hacemos exactamente lo que dice, prosperamos en todo lo que hacemos. Podremos entrar en nuestra herencia. Seremos llenados con valor. Ningún enemigo podrá hacernos frente.

Ciertamente caminaremos. Caminaremos donde el Señor nuestro Dios nos muestre caminar. Recibiremos como nuestra herencia todo lo que ha sido pisado por nuestros pies.

Moisés está muerto. Josué está al mando. Estamos pasando del Salmo veintitrés al Salmo veinticuatro. Jesús el Pastor, es ahora el Señor, fuerte y poderoso en la batalla. Aquellos que lo están siguiendo, Su ejército, pueden caer sobre la espada y no ser heridos. Esto es porque la espada, la eterna Palabra de Dios, ha probado cada aspecto de sus personalidades y las ha hecho inmortales.

Ellos son resistentes al fuego porque ya han confesado sus pecados y se han deshecho de ellos.

¿Por qué no te unes a los felices soldados que están destinados a ir por la tierra y, en la Presencia y por el nombre de Jesús, sacar de nuestra herencia toda maldad, todo pecado, toda desobediencia, toda rebelión en contra de los mandamientos de Cristo?

Este es el momento. Reclútate ahora. Dios está buscando a unos cuantos buenos hombres y mujeres, niños y niñas.


(“Preparando la Invasion”, 4133-1)

  • P.O. Box 1522 Escondido, CA 92033 US